A la chica de la ruta

Enemistad, ¿quien dijo que nunca te acabarías llevando bien con alguien, con el que nunca tuviste nada en común?
Años de instituto, comienzo de la pubertad, yo pobre chica inútil, reconocida en el barrio por la soledad, ningún amigo, ninguna mascota, nada,nada, soledad.En esos años quien diría que acabaría aquí, siendo así como soy, nadie. Pero la verdad es que los cambios, se deben razones, a personas, a encuentros, a situaciones..
Empezando el segundo curso de instituto, esta pequeña imbécil,seguía con su soledad, sin amigos, sin planes por la tarde, ni si quiera una persona con la que reírse del día a día, veía a mi única y mi mejor amiga cada día 15 días. Lo que decía, primer día de clase, subía a la ruta, el bus que nos llevaba cada mañana al instituto, vivíamos en un barrio a las afueras de la ciudad, no había ni hospitales, ni colegios ni mucho institutos, a eso se debía el mal humor de los jóvenes del insti, que teníamos que levantarnos una hora y media antes que la media española, para poder llegar al sitio ese donde pasaríamos 6 horas y luego otros 30 Minutos de vuelta a casa, un poco horrible, pero daría lo que fuera por volver a aquellos tiempos, y sobre a la época en la que conocí a la chica de la ruta.

Andaba por el pasillo del autobús, buscando un sitio, ni muy cerca, ni muy lejos de las puerta, solo cómodo, y con alguien que no me vaya a estorbar, ni a mirar raro,estaban los nuevos delante, los malotes detrás, unas moras ridículas a los lados, haciendo el imbécil, en verdad me daban mucha pena, porque sus vidas se basaban en criticar y comentar a la gente del barrio de lo que hacían o dejaban de hacer, de mirar, y de inventarse vidas que no tenían para conservar a esas pocas chicas que se les parecían por hacer lo mismo, vacía, vacía , así era su vida; al contemplar aquellos panoramas me alegraba el hecho de no tener nada que ver con ellas,y que no me juntaran en su grupo de Fake Moritas. Seguía buscando un sitio adecuado, para acomodarme, ahí estaban los gitanos a un lado, quitándole las gafas a David, un chico un poco rarito que era lo mismo que yo, pero con él se metían, yo solo era invisible, al otro lado estaban los negritos, dos de ellas fueron mis mejores amigas,durante años, pero ya no había mas contacto, porque se volvieron Popus, y yo podría haberles arruinado la reputación; seguía mirando,y ahi estaba, la chica de la ruta.

Una vecina mía, ni alta ni baja, con unos rasgos preciosos, con cara de mala leche, pero se le veía madura, estaba sentada mirando por la ventana, tenía la mochila colocada en el asiento de al lado, nunca habíamos pasado del Hola, la conocía por su madre, una mujer encantadora, pero no podría decir lo mismo de su hija, porque nunca tuve la oportunidad de conocerla, no me caía mal, simplemente se notaba que no compartiamos gustos,ni aficiones, mientras que ella era una chica rodeada de gente, y que nunca estaba sola, siempre se reía, y hablaba y le daba igual lo que el resto pensara de ella, yo era completamente distinta. Me acerqué y le pedí que me dejara sentarme, no me contestó, solo me miró y apartó la mochila, fuimos todo el camino a clase calladas, era algo incomodo, pero lo entendia, nunca nos haríamos amigas, o eso creía yo.

Al salir de clase, fui en mi búsqueda del asiento perfecto otra vez y ahi estaba la chica la ruta otra vez, paso lo mismo, el camino de vuelta calladas, yo iba con ,los dos cascos puestos de un viejo Mp3 azul de mi hermana, me ponía Reggeton, que era lo que se escuchaba entonces, e iba todo el camino callada, y con los pensamientos dandome vueltas, pensando en que iría a hacer primero, comer o dormir, porque la pobre imbecil de aquel tiempo no tenía aficiones, ni nada que hacer por las tardes.

Al día siguiente, me disponia a ponerme los cascos, y la chica de la ruta me pidió un casco, yo no sabía que decir, pero le dejé uno, iba escuchando a mi artista favorito del momento Mohammad Assaf, quien diría que a ella le gustaba, resultó que ese Mp3 unió a dos personas, comencé a hablar con la chica de la ruta, a hacerme su amiga, compartiamos mas de lo que creía, seguimos sentandonos juntas lo que quedo de curso, cambiando de música por temporadas, me pedía canciones, una de las que mas me gustaron fue la de Bentanissi, preciosa, y nos la aprendimos las dos simplemente escuchandola por las mañanas cuando ibamos a clase, pasaban los días, un  día me invito a su casa a estudiar inglés y a beber un Cola Cao, porque ni ella ni yo erámos de café, nos gustaba el Cola Cao, y si era de Mercadona mejor.
Ese día le ayudé a hacer una redacción en inglés y ella me enseño a mi  a usar Facebook, nos unimos a grupos, nos metimos en chats, conocimos gente, me hizo salir de la burbuja en la que estaba metida, me ayudo a crear un mundo en el que yo era la que mandaba, era solo imaginario, si, pero te hacía sentir guay.
Pasaron los días, y ella empezó a abrirse conmigo, comenzo a contarme sus preocupaciones, problemas, sus secretos, sus opiniones, yo comencé a hacer lo mismo con ella, se convirtió en mi confidente, compañera de asiento y en compañera de Cola Cao, quien diría que en menos de un año, iba a pasar de no saber nada de ella, a quedarme a tocarle el pelo por las tardes pa que se quede dormida, y a apoyarnos mutuamente durante el hambre de Ramadan.
Gracias a ella conocí a una parte desconocida, de mi misma, la real, la fuerte, la graciosa, y la que si que podía ser buena amiga, ella estaba loca, me encantaba su locura, me sigue encantando, hacíamos cosas inimaginables juntas, desde hacer pellas, a ligarnos a unos hermanos, el refrán lo dice, wa7ed Lik wa7ed li 3ziz 3lik, Un día nos pilló el jefe de estudios haciendo pellas, durante el recreo, nos castigaron, me acuerdo de la reacción de la chica de la ruta, no le molestó el castigo, le molestó mas que nos quitara la comida que habíamos comprado durante nuestra salida del instituto. Era una de esas chicas que ya no quedan, que no le daba verguenza nada, incluso ponerse un chandal verde turquesa, que eligimos juntas, un día antes de que le pusieran un parte por no traer ropa de deporte, era de las que no se callaban contra alguna injusticia, buena amiga de sus amigos, y de enemiga mejor no tenerla, lo peorcito.

Recuerdo cada momento que pase a su lado con cariño, desde los más graciosos, a los peores que pasamos juntas, fue una de las mejores personas que he conocido y que sigo conociendo, nuestra amistad a pesar de la distancia, sigue ahi. Ella se tuvo que mudar al acabar secundaria, se mudó en  un mes de junio, aun lo recuerdo, no se iba a otro país , ni a otra ciudad, ni tampoco muy lejos, pero el hecho de que no compartieramos espacio vital me ponía muy triste, seguimos viendonos, pero no era lo mismo, que cuando compartíamos nuestros enormes bocadillos en el recreo, o cuando en Ramadan pasabamos la noche juntas. La amistad siguió ahí, incluso pasado el tiempo, compartió los mejores momentos conmigo, ahí estuvo el día de mi graduación , aun teniendo clase ella, vino a alegrarse conmigo en uno de los mejores dias de mi vida, el alivio de haber acabado 2 Bach, ahi estaba ella.

Me mudé, crei que ya estaba, que la amistad no daba para 1500 Km mas,pero no, me equivocaba otra vez, aqui sigue animandome cada día, y apoyandome en todo lo que hago, no hablamos todos los días, pero aun pasados meses, solo hacen falta 10 minutos para ponernos al día, quien lo diría, aquella chica, madura, con ya amigos, que no me caía ni bien ni mal, acabaría siendo uno de los principales pilares que construyó mi personalidad.

No habrá libros suficientes, ni palabras suficientes, para agradecerte todo lo que has hecho y lo que sigues haciendo por mí,aunque tu y yo nunca hablemos así, seamos mas Rudas y Duras, siempre supe que has tenido un corazoncito enorme, y no creo que haya principe o rey en el mundo que lo merezca, eres demasiado para ellos.

Fuiste el segundo capítulo de mi libro, pero uno de los mas importantes en mi vida.

Con Cariño tu Bentrif




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